Guía de viaje: Milán en 3 días

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Milán es la capital italiana de la moda, una ciudad moderna, pero que también cuenta con monumentos arquitectónicos únicos y realmente impresionantes. Una escapada de 3 días es tiempo más que suficiente para sacarle todo el juego a esta ciudad del norte de Italia. Visitar monumentos tan impresionantes como la catedral de Milán o la Galería de Víctor Manuel II, ver obras de fama mundial como «la última cena» de Leonardo da Vinci, ir de compras por el Quadrilatero d’Oro (o ver sus escaparates, si tu presupuesto no te da para más), visitar la vecina Bergamo y tomar el aperitivo en el barrio del Navigli, son actividades que harán que tu fin de semana en Milán sea insuperable.

Cuando ir a Milán

En nuestro caso, visitamos la ciudad en pleno agosto. Antes de comenzar nuestra ruta de 8 días por Polonia, pasamos un fin de semana en Milán.

¿Cuándo es la mejor época para viajar a Milán? La mejor época para ir a Milán es primavera y otoño, ya que en invierno hace bastante frío y en verano las temperaturas son muy elevadas. Esto no significa que no se pueda visitar la ciudad en las cuatro estaciones, ni mucho menos. De hecho, nosotros lo hicimos en verano.

Hay que tener en cuenta que hay ciertas épocas del año en las que hay más afluencia de turistas, independientemente del clima. Navidades, Semana Santa, la semana de la moda de Milán o verano son las temporadas altas por excelencia. Durante esos días es cuando más turistas habrá en la ciudad, ya que coinciden con las vacaciones de los europeos.

Clima en Milán

A diferencia de la mayor parte de Italia que tiene un clima mediterráneo, y aunque pueda parecer sorprendente, Milán tiene un clima subtropical sin estación seca (o también llamado clima subtropical húmedo). Esto implica que el verano milanés no es un verano seco y sin lluvias, sino que también llueve como en el resto del año.

En lo referente a temperaturas, los veranos son calurosos y los inviernos fríos. En verano las temperaturas medias oscilan entre los 18 y 29 °C, mientras que en invierno van desde los -1 a los 6 °C. Sin embargo, tanto en primavera como en otoño las temperaturas son mucho más agradables, alejándose de las temperaturas asfixiantes del verano y el crudo frío invernal. Podéis echar un vistazo a las temperaturas medias de cada mes en la página de la Wikipedia de Milán.

Sufriendo el calor milanes

En cuanto a las lluvias, se podría decir que es más o menos constante a lo largo de todo el año. Sin embargo, sí que es cierto que, en ciertos meses de primavera y otoño, como mayo y octubre, existe un promedio de precipitaciones mayor que en otros meses. Otra cuestión a tener en cuenta es que el grado de humedad de la ciudad es bastante alto. Esta cuestión hace que el calor del verano sea bastante más sofocante que en otras ciudades italianas o europeas.

En nuestro caso, el verano milanés no solo nos tenía preparado un calor y humedad insoportables (visitamos la ciudad durante una ola de calor), sino que el pack venía con unos estupendos «mosquitos caníbales». Por la noche nos acribillaron, llegándonos a picar incluso en las plantas de los pies. Pero bueno, ya comentaré un poco más sobre este tema en otro apartado de esta guía.

Qué ver en Milán

Milán no tiene tanto patrimonio cultural como otras ciudades italianas, como Roma o Florencia. Sin embargo, sí que hay ciertos lugares realmente impresionantes que hacen que merezca la pena visitar la ciudad. A continuación, os citamos nuestros imprescindibles de Milán que no te puedes perder en una visita de fin de semana a la ciudad:

Catedral de Milán (Il Duomo)

Esta colosal catedral es el símbolo de la ciudad, todo un icono del gótico. Este majestuoso edificio, con su impresionante fachada llena de pináculos, es motivo suficiente para visitar la ciudad.

Pero no solo es su fachada lo que merece la pena de esta catedral. El Duomo de Milán tiene un interior de unas dimensiones abrumadoras y algunas obras realmente curiosas, como la escultura de San Bartolomé. Este santo aparece con la piel arrancada, representando el martirio que sufrió durante su muerte. Curiosamente se ha convertido en el patrón de los curtidores.

Aunque, sin duda alguna, lo que no te puedes perder es subir a la terraza panorámica de la catedral de Milán. Desde esta altura podrás disfrutar de unas increíbles vistas de toda la ciudad, de la plaza, de los pináculos y contrafuertes que rodean la catedral, y de las Galerías Vittorio Emanuele. Para nosotros, subir a la terraza es un imprescindible de toda visita a Milán.

Vistas desde las terrazas del Duomo de Milán

Galería Vittorio Emanuele II

En la misma plaza del Duomo se encuentra el «templo» al comercio más importante de la ciudad, la Galería Vittorio Emanuele II. Esta galería comercial construida durante la segunda mitad del siglo XIX es espectacular. Aunque no te interese comprar en tiendas como Prada o Louis Vuitton, o no tengas presupuesto para hacerlo, merece la pena pasear por el interior y ver la fastuosidad del edificio con sus paredes ricamente ornamentadas, sus pinturas decorando lo alto de la zona central y su preciosa bóveda de hierro y cristal que recorre toda la galería.

Galería Vittorio Emanuele II, Milán

Castillo Sforzesco y parque Sempione

Otro de los símbolos de la ciudad es el Castillo Sforzesco (o Castillo de Los Sforza), que data del año 1368. En su interior se encuentran varios museos, como el Museo de Arte Antiguo, la Pinacoteca o el Museo Egipcio, entre otros muchos más.

Castillo Sforzesco desde el parque Sempione

No solo es atractivo el castillo en sí, sino también el lugar en el que se encuentra. Está ubicado en el parque Sempione, la zona ajardinada y de relax más importante del centro de Milán (junto al Jardín público Indro Montanelli).

Teatro de La Scala

El Teatro de La Scala es uno de los iconos mundiales de la ópera. A su escenario se han subido los más grandes cantantes como Luciano Pavarotti, María Callas, José Carreras o Plácido Domingo. También ha sido testigo de los estrenos de obras mundialmente conocidas como Otello de Verdi o Madame Butterfly de Puccini.

Teatro de La Scala, Milán

Aunque su exterior no es demasiado llamativo, si lo es su interior, el cual se puede ver durante una visita guiada o acudiendo a una de las obras que aún a día de hoy se representan en la ópera.

Piazza Mercanti

Esta pequeña plaza, ubicada a pocos metros de la plaza del Duomo, es uno de los lugares que no te puedes perder en una visita a Milán. En la Edad Media fue el centro neurálgico comercial de la ciudad, y aunque a día de hoy no tiene esa importancia en el comercio, su buen grado de conservación hace de este lugar un rinconcito lleno de encanto en Milán. La plaza está rodeada de preciosos palacios, logias y otros edificios como el Palazzo della Ragione, la Loggia degli Osii o el Palazzo delle Scuole Palatine, entre otros.

Piazza Mercanti, Milán

Barrio Navigli

Algo de lo que mucha gente no ha oído hablar antes de viajar a Milán es el barrio Navigli de Milán. Esta peculiar zona, por la que transcurren varios canales que antaño sirvieron para transportar mercancías, es uno de los mejores lugares de la ciudad para tomar el aperitivo, cenar o simplemente pasear. Para nosotros es el plan perfecto para terminar una jornada de visitas por la ciudad.

Barrio Navigli, Milán

Basílica de San Ambrosio

Esta basílica que data del siglo XI fue la que inicio el estilo arquitectónico románico lombardero. Con la peculiaridad de sus dos torres de ladrillo y el gran atrio por el que se accede, nos parece que es una de las iglesias que debes ver durante tu visita a Milán.

Basílica de San Ambrosio, Milán

Basílica San Lorenzo Maggiore

Está basílica data de mediados del siglo IV, siendo la más antigua de toda la ciudad. Pese a no tener una fachada demasiado destacable, si merece la pena disfrutar de su interior decorado con mármol y mosaicos. En el exterior, justo en frente de la basílica, se encuentran las Columnas de San Lorenzo, que son unos de los pocos restos que se conservan de la antigua ciudad romana Mediolanum (Milán).

Basílica San Lorenzo Maggiore, Milán

Otros

Además de los lugares citados, existen otros muchos de interés en Milán. Uno de los más importantes es la iglesia Santa Maria delle Grazie, más que por la iglesia en sí, es porque en su interior se encuentra una de las obras más importantes de Leonardo da Vinci, La Última Cena. Tenéis que tener en cuenta que hay que reservar las entradas con muchísima antelación para que no os quedéis sin poder entrar, como nos pasó a nosotros. Otra opción para conseguir tickets si no lo encuentras en su web, aunque a un precio mayor, es hacer una visita guiada en español.

Para los amantes del shopping y la moda hay un lugar en Milán que no se pueden perder, el Quadrilatero d’Oro. Es un lugar peculiar para visitar, pero solo apto para bolsillos bien holgados. Tiendas como Armani, Dolce & Gabbana, Gucci o Dior y otros locales como cafeterías o peluquerías del mismo lugar componen un conjunto de calles por las que es curioso pasear. Este distrito de la moda está acotado por las calles Via Montenapoleone, Via Manzoni, Via della Spiga y Corso Venezia.

Otro lugar peculiar y de gran belleza, pese a su verdadera utilidad, es el Cementerio Monumental de Milán. En principio, se podría pensar que no es un lugar al que ir de visita, pero la realidad es que es casi como un museo al aire libre por la cantidad y calidad de obras de arte representadas en las tumbas que allí se encuentran.

Excursiones desde Milán

Desde Milán se pueden visitar bastantes lugares realmente interesantes, todo depende del tiempo que dispongas. Aquí van nuestras recomendaciones de mejores excursiones que puedes hacer desde Milán:

Bergamo

Para nosotros es sin duda alguna la mejor opción de excursión desde Milán para una escapada corta. Se encuentra a tan solo 50 minutos en tren desde Milán y, al contar con el aeropuerto Bergamo-Orio al Serio, en muchos casos se aterrizará en esta localidad antes de ir hasta Milán.

Panorámica de Bergamo, localidad cerca de Milán

El centro histórico de Bergamo, conocido como Città Alta es una auténtica joya de aspecto medieval lleno de tesoros. Puedes visitar varias iglesias de gran belleza como la Basílica Santa Maria Maggiore y la anexa Cappella Colleoni o la catedral de la localidad, il Duomo di Bergamo. También hay plazas que te transportan a otra época como la Piazza del Duomo o la icónica Piazza del Duomo rodeada de palacios. Como herencia de su época medieval, aún se conservan varias torres medievales a las que se puede subir como Torre Civica («Campanone») o la Torre Gombito, la más alta de toda la ciudad. Para terminar el día, un plan perfecto sería ver la panorámica de la ciudad desde la fortaleza de la Rocca, en el parque delle Rimembranze. En este post os comentamos qué ver en Bergamo en un día.

Lago de Como

Otra de las maravillas más o menos cercanas a Milán es el famoso Lago de Como. Ajeno a la ajetreada vida de Milán se encuentra este lago, un remanso de paz rodeado de pueblos encantadores. Realmente se podrían dedicar varios días a conocer esta zona, pero si no se dispone de tiempo se puede hacer una excursión de un día y visitar algunos de sus pueblos más famosos como Bellagio.

Existen diferentes formas de ir desde Milán al Lago de Como, quizás las más sencilla sea ir en tren desde la estación «Cadorna» de Milán hasta la estación «Como Nord Lago» en Como, una de las localidades más conocidas de la ribera del lago. El trayecto dura una hora aproximadamente y cuesta algo menos de 5 €. Podéis consultar tarifas y horarios en la web de oficial de Trenitalia. También podéis ir en coche de alquiler, pero esto solo os lo aconsejamos si vais a hacer una ruta por esta zona, para un día no merece la pena. Otra opción, es visitar el Lago de Como en una excursión guiada en español desde Milán.

Cinque Terre

El conjunto de le Cinque Terre está formado por Vernazza, Corniglia, Monterosso al Mare, Riomaggiore y Manarola, unos bucólicos pueblos costeros de la región de Liguria. En nuestro caso, los visitamos desde Florencia cuando estuvimos recorriendo la Toscana, pero se puede hacer perfectamente desde Milán. Para nosotros, este conjunto de pueblos son unos de los más bonitos y fotogénicos de Italia.

Panorámica de Vernazza, Cinque Terre, Italia

Nuestra recomendación es que desde Milán vayáis a La Spezia en tren y desde allí comencéis a visitar los diferentes pueblos que conforman le Cinque Terre. El trayecto en tren dura unas 3 horas, por lo que os tocará madrugar. Podéis encontrar toda la información sobre horarios y tarifas de los trenes que van desde Milán a La Spezia en la web de Trenitalia. Una vez lleguéis allí, podéis moveros entre los pueblos en tren o caminando por los senderos que los conectan. Os recomendamos que visitéis la web del Parque Nacional de le Cinque Terre para que sepáis las tarifas, horarios y toda la información necesaria para organizar vuestra visita a le Cinque Terre.

Si no queréis complicaros la vida, tenéis la opción de organizar esta visita con una excursión organizada desde Milán.

Otros

Al encontrarse en la parte central norte de Italia existen un montón de posibles excursiones a realizar. Por ejemplo, podéis visitar el Lago Maggiore, los Alpes Suizos en el Bernina Express, ir a Venecia, Verona, Florencia… Todo depende del tiempo del que dispongáis. Podéis echar un vistazo a las excursiones desde Milán que ofrece esta web.

Itinerario para un viaje de 3 días en Milán

De los tres días que estuvimos en Milán dedicamos dos de ellos a visitar la ciudad y el último a hacer una de las excursiones que te comentábamos antes. Aunque nos dejamos alguna cosilla pendiente como visitar la iglesia Santa Maria delle Grazie para ver La Última Cena de Leonardo da Vinci. Éste es el itinerario que hicimos en Milán.

Primer día en Milán, un paseo por el centro de la ciudad

El día que llegamos a Milán lo dedicamos a tener una visión general de la ciudad y visitar sus principales atractivos turísticos como el Duomo, la Galería Vittorio Emanuele II o el Castello Sforzesco.

En este post tenéis la información ampliada del primera día en Milán y a continuación un resumen de los lugares que visitamos ese primer día:

  • Jardines Públicos de Milán
  • Parque Sempione
  • Castello Sforzesco
  • Piazza dei Mercanti
  • El Duomo, la catedral de Milán
  • Plaza Duomo, estatua de Vittorio Emanuele II
  • Galería Vittorio Emanuele II
  • Teatro alla Scala


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Segundo día en Milán, visita al famoso Duomo

El segundo día en Milán lo de dedicamos a visitar la joya de la ciudad, il Duomo, y ver también otras de las iglesias más importantes de Milán. Para terminar el día, nada mejor que una cena romántica en uno de los restaurantes del carismático barrio Navigli.

En este post tenéis la información ampliada del segundo día en Milán y a continuación un resumen de los lugares que visitamos durante ese día:

  • Galerías Vittorio Emanuele
  • Interior de la Catedral de Milán y subida a la terraza del Duomo
  • Basílica de San Ambrosio
  • Iglesia San Lorenzo Maggiore
  • Basílica de San Eustorgio
  • Porta Ticinese
  • Barrio de Navigli


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Tercer día en Milán, excursión a Bergamo

El último día en Milán lo aprovechamos para hacer una de las excursiones que os comentábamos antes. En nuestro caso, como salíamos desde el aeropuerto de Bergamo, aprovechamos para visitar esta bonita ciudad medieval.

Tras dejar las maletas en la consigna que se encuentra cerca de la estación de tren Bergamo, nos dirigimos a la zona conocida como la Città Alta, la parte antigua de la ciudad. En este post tenéis la información ampliada de la visita de un día que hicimos a Bergamo y a continuación un resumen de los lugares que vimos durante ese día:

  • Basílica Santa Maria Maggiore
  • Cappella Colleoni
  • Duomo di Bergamo (Catedral de Sant’Alessandro)
  • Piazza del Duomo y su baptisterio
  • Piazza Vecchia
    • Palazzo della Ragione
    • Palazzo del Podestà
    • Torre Civica («Campanone»)
    • Palacio Nuevo
    • Fontana Contarini
  • Torre Gombito
  • La fortaleza de la Rocca y el parque delle Rimembranze


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Transportes en Milán

Milán es una ciudad que cuenta con un buen transporte público. Hay metro, bus y tranvía. Sin embargo, si tienes el alojamiento más o menos céntrico puede que no llegues a utilizarlo nunca, como fue nuestro caso. Nos dimos buenos paseos para conocer la ciudad, pero hay que tener en cuenta que todos los lugares de interés se encuentran más o menos cerca y puedes cubrir las distancias a pie perfectamente.

La empresa de transportes de Milán es ATM. Los billetes son válidos para todos los tipos de transportes público: metro, tren y bus. Hay diferentes tipos de abonos y tickets, pero los más importante para los que visitan la ciudad se podrían resumir en:

  • Biglietto Urbano: cuesta 1.50 € y es válido para 90 minutos desde que lo validas o un viaje en metro.
  • Carnet 10 viaggi: cuesta 13.80 € y son 10 billetes del tipo Biglietto Urbano. Te ahorras 1.20 €.
  • Biglietto giornaliero: cuesta 4.50 € y es válido para usar el transporte durante 24 horas desde que lo validas.
  • Biglietto bigiornaliero: cuesta 8.25 € y es válido para usar el transporte durante 48 horas desde que lo validas.

Podéis echar un vistazo a todos los tipos de billetes en la web de ATM. También os puede ser de ayuda ver el mapa de la red de transporte de la ciudad.

Hay disponible una app del transporte público de Milán, la ATM Milano Official App, en la que además de ver rutas, paradas y demás, te permite comprar los tickets online y usar tu móvil para moverte por la ciudad.

Avión

Milán cuenta con tres aeropuertos cercanos, Aeropuerto de Milán-Malpensa (MXP), Aeropuerto de Milán-Linate (LIN) y Aeropuerto de Bergamo-Orio al Serio (BGY). Éste último fue el que nosotros usamos para volar a Milán y que nos vino muy bien para poder conocer Bergamo. Sin embargo, de los tres aeropuertos, el más cercano a la ciudad es el de Milán-Linate (LIN). Los otros dos, pese a estar algo alejados, están bien comunicados con Milán y en una hora aproximadamente estarás en la ciudad. En este post os comentamos cómo llegar al aeropuerto de Bergamo-Orio al Serio desde Milán y viceversa. Si voláis a otros aeropuertos os recomendamos que echéis un vistazo a los traslados privados que tenéis desde los otros aeropuertos.

Hay muchas compañías que vuelan desde España hasta Milán, con una gran variedad de horarios y buenos precios. Como siempre, os recomendamos que uséis Skyscanner para encontrar las mejores ofertas de vuelos hasta vuestro destino.

Hace tiempo teníamos vuelos con Ryanair desde Valladolid a Bérgamo, pero suprimieron la ruta, así que cuando hicimos el viaje, tuvimos que volar desde el aeropuerto de Madrid-Barajas. En nuestro caso, teniendo en cuenta las tasas de vuelo y que facturábamos una maleta porque nuestro viaja iba a continuar por Polonia, el precio final fueron 137.68 € por los dos.

Metro

El metro de Milán es el más extenso de toda Italia y también uno de los de más reciente construcción. Consta de 4 líneas:

  • M1 (roja): una de sus paradas más destacadas es la del Duomo o la de la Feria de Milán.
  • M2 (verde): la parada más importante de cara a los turistas sería la de la estación de tren Milano Centrale.
  • M3 (amarilla): las paradas más destacadas de esta línea son la de Milano Centrale y el Duomo.
  • M5 (morada): si sois aficionados al fútbol os interesará saber que esta línea llega hasta el mítico estadio de San Siro.

Sí que es cierto que, a no ser que os alojéis lejos del centro, es muy probable que no hagáis uso de este medio de transporte en vuestra visita a Milán. De todas formas, tenéis el mapa completo de las líneas de metro de Milán en la web de ATM.

Una de las grandes comodidades del metro milanés es que puedes pagar directamente en los tornos con tu tarjeta de crédito contactless, sin necesidad de sacar un ticket. Tenéis toda la información en su web.

Bicicleta

Milán cuenta, al igual que muchas ciudades europeas, con un servicio de bicicletas compartidas con un montón de estaciones repartidas por toda la ciudad. Durante los primeros 30 minutos de cada uso para las bicicletas tradicionales el coste es gratuito, aunque a partir de ese momento se pagará en función de la tarifa establecida (normalmente 0,50 € por cada media hora, hasta un máximo de 2 horas).

Existen varios bonos de uso, los que más interesaría a una persona que visitase la ciudad sería el diario (4,5 €) o el semanal (9 €). Aunque la primera hora de cada trayecto sea gratis, hay que tener en cuenta que para usar este servicio es necesario registrarse y pagar uno de los anteriores bonos que os he comentado. Tenéis toda la información del servicio en la web de BikeMi.

Bus

Aparte de los medios de transporte citados, Milán cuenta con una extensa red de líneas de autobuses. El transporte de superficie funciona bien, pero si hay mucho tráfico es mucho más efectivo usar el metro. Sin embargo, lo más interesante de este medio de transporte es que dispone de autobuses nocturnos que realizan trayectos durante toda la noche, cuando el metro está cerrado.

Shuttle-bus Bergamo – Milán

La mejor forma de ir del aeropuerto de Bergamo hasta Milán es con un shuttle-bus, pero existen más opciones como os comentamos en el artículo «Cómo llegar al aeropuerto de Bergamo-Orio al Serio desde Milán». Sin embargo, si vais a visitar Bergamo antes de coger el vuelo, lo mejor es que vayáis en tren hasta Bergamo y luego cojáis un bus hasta el aeropuerto. Pero eso os lo contamos luego.

Nosotros optamos por coger un Shuttle bus con Terravision, reservándolo desde su web. El trayecto desde el aeropuerto de Bergamo hasta la Estación Central de Milán dura una hora y el billete cuesta 6 € por persona. Lo bueno de este bus lanzadera es que tiene una muy buena frecuencia, desde las cuatro de la madrugada hasta las doce y media de la noche pasan buses cada media hora.

Tranvía

Con la red de tranvía más importante del país, Milán aún conserva este medio de transporte. Tiene la peculiaridad de que mezcla tanto tranvías modernos, como tranvías históricos que fueron construidos a finales de la década de los 20 del siglo pasado.

Es un sistema cómodo y con encanto (sobre todo los que son más antiguos), pero al igual que ocurría con los autobuses, cuando el tráfico colapsa la ciudad, no son la mejor opción para desplazarse.

Taxi

El taxi en Milán es una opción rápida y cómoda, pero también bastante cara. Para que os hagáis una idea del precio, os pongo algunas de las tarifas:

  • Bajada de bandera diurno días laborables: 3,30€.
  • Bajada de bandera días festivos: 5,40€.
  • Bajada de bandera nocturno: 6,50€.
  • Por kilómetro: 1€.
  • Por hora de espera: 28,32€.

A todo esto hay que sumar ciertos suplementos que encarecerán el coste total. Por ello, nosotros desaconsejamos su uso a no ser que creáis que realmente os compensa.

Existe un número único de reservas (027777), aunque también podéis llamar a las compañías de taxi más populares, como Autoradiotaxi (028585), Taxi Blu (024040/026767), Yellowtaxi (026969).

Tren

Tren Milán – Bergamo

Estación Central de Milán

Para hacer alguna excursión cercana desde Milán os puede venir bien utilizar el tren. En nuestro caso, decidimos pasar el último día visitando Bergamo, antes del vuelo de vuelta. Para ello cogimos el tren hasta Bergamo y, tras visitar la ciudad, cogimos un autobús hasta el aeropuerto.

El tren lo cogimos en la Estación Central (Milano Centrale) por la mañana, a la 11:10 si no recuerdo mal. Sale a las y diez a todas las horas del día, desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche (en algunas horas varía un poco). El precio del billete nos costó 5.25 € a cada uno y en menos de 50 minutos ya estábamos en Bergamo. Podéis consultar los horarios y tarifas actualizados en la web de Trenitalia.

Transporte en Bergamo

La zona más interesante de la ciudad se encuentra en la Città Alta, la parte más antigua de Bergamo. Si llegas a Bergamo en tren, la mejor opción para llegar allí es usar el transporte público, aunque si preferís ir andando, tardaréis una media hora en llegar hasta arriba (unos 2 km).

Si optáis por el transporte público tendréis que acercaros a la parada que hay junto a la estación de bus y coger un bus de la línea 1 que suba calle arriba por Viale Papa Giovanni XXIII. Esta calle cambia su nombre por Viale Vittorio Emanuele II según vais subiendo. Pero lo que tenéis que tener en cuenta es que poco después de que la calle gire a la derecha, se encuentra el funicular que tenéis que coger que conecta la Città Bassa con la Città Alta. Se ve perfectamente.

El horario de los buses y funiculares es bastante amplio. Comienzan sobre las cinco en el caso de los buses y sobre las siete el funicular. El servicio está disponible hasta las doce de la noche y la frecuencia en el caso del funicular es entre 12 y 15 minutos, dependiendo el día. De todas formas, podéis echar un vistazo a sus horarios en su web.

El precio de los billetes varía dependiendo de las zonas, si lo coges por tiempo, en lotes… Los podéis comprar en la misma estación de buses. Para una visita de un día, como fue la nuestra, lo mejor es coger dos tickets individuales (1.25 € cada uno), uno para subir a la parte alta y otro para volver a bajar. Cada ticket te permite usar el transporte durante 75 minutos, tiempo de sobra en coger el bus y después el funicular. Existen más posibilidades, pero solo os merecerán la pena si pasáis más tiempo allí.

Bus Bergamo – aeropuerto Orio al Serio

Para ir de Bergamo al aeropuerto Orio al Serio cogimos el autobús del aeropuerto de la empresa ATB. El autobús se coge en la parada que se encuentra frente a la estación de tren y el billete cuesta 2.10 € por persona. La frecuencia es de 20 minutos y en una media hora llegas al aeropuerto. En la misma parada puedes comprar el ticket al aeropuerto, así como tickets normales (1.25 €) para subir a la parte alta de la ciudad. Hay tarifas de 24 horas (5 €), pero en nuestro caso nos bastó con 2 tickets normales (2.50 €) y uno al aeropuerto (2.10 €), cada uno.

Alojamiento en Milán

Milán tiene un gran abanico de opciones de alojamiento. Nuestra recomendación es que busquéis un hotel más o menos céntrico que os permita visitar la ciudad a pie, sin tener que depender del transporte público.

En nuestro caso, íbamos a pasar dos noches en Milán. Nos interesaba que el hotel no estuviese muy lejos de la estación de tren, ni tampoco del centro, ya que no teníamos pensado usar el transporte público para movernos por la ciudad. Al final encontramos un hotel a unos 10 minutos andando de la estación (Milano Centrale) y a unos 25 del Duomo. Nos hubiese gustado algo más intermedio, pero bueno, tampoco era una mala opción del todo.

El hotel elegido fue el NH Machiavelli, un hotel de tres estrellas que estaba ubicado en el área que queríamos y por un precio razonable.

Las habitaciones estaban bien, aunque se notaba que le decoración no había cambiado en muchos años. El estilo era de otra época, pasado de moda. Pese a todo, el mobiliario se encontraba en perfecto estado y con una cama bastante cómoda. Además, la habitación disponía de un escritorio, armario, minibar y una televisión. El baño estaba bastante bien y contaba con todas las comodidades propias de un hotel de esta categoría, amenities, secador, espejo aumentador… Por supuesto, en todo el establecimiento disponíamos de wifi gratuita.

Habitación doble NH Machiavelli (Milán)Baño NH Machiavelli (Milán)
Desayuno NH Machiavelli (Milán)Habitación doble NH Machiavelli (Milán)

El desayuno buffet estaba incluido en el precio y era completísimo. Contaba con infusiones, cafés, una buena variedad de fruta, cereales, distintos tipos de panes, un amplio surtido de bollería, mermeladas, embutidos y un montón de zumos de frutas y verduras que nos llamaron bastante la atención.

El precio de la habitación doble, 65 € la noche, nos pareció súper asequible para lo que el hotel ofrecía, y más teniendo en cuenta que Milán no es una ciudad barata. Buena relación calidad / precio y un desayuno impresionante. Hubiésemos preferido algo más céntrico, pero el precio hubiese subido bastante superior. En conclusión, fue un hotel que nos gustó mucho y que lo recomendaríamos sin dudarlo.

Si no os convence del todo o no se adapta a vuestras necesidades o gustos, echad un vistazo a otras de las muchas opciones de alojamiento que tiene Milán.

Documentación necesaria para viajar a Milán

Los ciudadanos españoles solo necesitan el DNI (o también el pasaporte) para viajar a Italia, por lo que no necesitan ningún documento o visado extra. En el caso de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) o del Espacio Económico Europeo (EEE) tampoco sería necesario obtener ningún tipo de visado.

Para ciudadanos procedentes de países fuera de la UE y del EEE se recomienda visitar la web del Ministero degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional), para comprobar si es necesario o no obtener visado.

Seguro de viaje para viajar a Milán

En todos nuestros viajes al extranjero contratamos un seguro de viaje, sobre todo para cubrir posibles gastos médicos. En el caso de Milán (Italia), al estar cubierto por la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), aparentemente no parece tan necesario. Sin embargo, hay que tener en cuenta que dependiendo del tipo de sanidad de cada país puede que te toque pagar por adelantado la consulta. Es cierto que luego te devuelvan ese dinero, pero si vas asegurado con IATI, no tendrás que pagar nada. Además, un seguro de viaje no solo te cubre las espaldas con el tema de gastos médicos, sino que también te cubre ante posibles pérdidas de equipaje, retrasos en el transporte o en la entrega del equipaje, robos… Aparte de todo esto, lo bueno de contratar un seguro de viajes para un destino europeo, es que es muy barato.

Desde hace muchísimos años que nosotros siempre contratamos los seguros de viaje con IATI y por ahora os podemos confirmar que siempre nos ha ido genial con ellos. Por desgracia, ya hemos tenido que hacer uso del seguro en alguna ocasión y la respuesta ha sido inmejorable. Para el caso de viajar 3 días a Milán, el seguro de viaje os saldría desde 7,54 €, dependiendo de las coberturas que elijáis, siempre y cuando lo contratéis a través de este enlace con el que os dan un 5% de descuento por ser lectores nuestros.

Vacunas y recomendaciones sanitarias para Milán

No hay vacunas obligatorias, ni tampoco recomendadas para los españoles que viajan a Italia. Las condiciones sanitarias del país son muy buenas, similares a las españolas. Sin embargo, sí que conviene tener apuntado el teléfono de emergencias, el 112, y el de emergencia sanitaria, el 118; por lo que pueda pasar.

Algo que tienes que tener en cuenta antes de viajar a Italia es que, si eres español, debes sacarte la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE). Con esta tarjeta tienes el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que sean necesarias durante tu estancia en el país y así no tener que pagar la importante suma de dinero que supondría este servicio. Si vas cubierto con un seguro de viaje no te tienes que preocupar por esto, ya que la asistencia sanitaria está incluida en el mismo.

El agua del grifo de Italia es potable por lo que podéis beberla sin problemas. Es recomendable que os llevéis una botella de agua reutilizable, ya que hay varias fuentes por la ciudad. De esta forma podréis saciar la sed siempre que queráis, sin necesidad de comprar botellas de plástico por la calle. Además, así estaréis contribuyendo a generar menos residuos plásticos.

Como siempre, si queréis ampliar información sobre este tema, os recomendamos que echéis un vistazo a la web del web del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España.

Moneda y tarjetas de crédito en Milán

La moneda de Italia es la Euro, abreviado EUR, por lo que si viajáis desde España no tenéis que cambiar de moneda. Si vuestra moneda es diferente, tenéis que ver qué tipo de cambio tenéis en el momento del viaje. Una de las formas de hacerlo es hacer una búsqueda en Google como «1 EUR to ARS» (si vuestra moneda es el peso argentino) o usar la app XE Currency (Android o iPhone).

Se puede pagar casi todo con tarjeta de crédito, algo similar a lo que podríamos hacer en España. Aunque sí que es conveniente tener algo de dinero suelto por lo que pueda surgir. Si vuestra moneda es diferente al euro, echad un vistazo a las comisiones que os aplica vuestro banco a la hora de pagar en euros (cambio de moneda) o sacar dinero con cajeros extranjeros en otra moneda.

Gastronomía de Milán

La gastronomía italiana es mundialmente conocida, pero casi siempre solo se piensa en los típicos platos como la pizza, la pasta o el helado. Cada zona tiene sus peculiaridades y sus platos tradicionales, y Milán no iba a ser una excepción.

Pizza en un restaurante milanésQué rico el limoncello

La cocina milanesa se caracteriza por la predominancia de quesos u otros derivados lácteos como la crema. De hecho, el famoso queso gorgonzola es de esta región de Italia, así como el Grana Padano, producido en toda la llanura lombarda inferior, o el mascarpone. También destacan los productos derivados del vacuno y el porcino.

A continuación, os citamos los platos más típicos de Milán:

  • Risotto alla milanese: El auténtico contiene sólo tres ingredientes: arroz, queso de Parma y cervellata (elaborada con una mezcla de riñones y grasa de cerdo). En muchas recetas este arroz se elabora con azafrán. También se suele usar mantequilla y vino Marsala (vino blanco). Tradicionalmente este arroz se acompaña con otro plato típico milanes, ossobuco alla milanese.
  • Ossobuco alla Milanese: es un guiso preparado con jarrete de ternera y verduras. La carne se sirve con su hueso.
  • Cassoeula: es un plato contundente típico de invierno. Sus ingredientes son la col y las partes menos nobles del cerdo (cabeza, morro, manitas, costillas…); en algunas ocasiones también se le añade salsa de tomate.
  • Cotoletta alla Milanese: chuleta de ternera empanada (no se quita el hueso de la costilla). Al igual que ocurre con el ossobuco se suele acompañar del risotto alla milanese.
  • Polenta: es un plato de origen humilde hecho de harina de maíz. En las muchas versiones que tiene se puede se acompaña con gorgonzola, mantequilla, salchichas, parmesano, champiñones… Nosotros probamos su versión dulce en Bergamo.
  • Panettone: este postre típico de Navidad es famoso en el mundo entero y, de hecho, no es raro encontrarlo en un supermercado español en época navideña.

En cuanto al precio de los restaurantes, los platos no suelen ser caros (aunque depende de dónde te metas). Sin embargo, sí que hay que tener cierto ojo con las bebidas porque tienen fama de ser caras. También debéis tener en cuenta que en Italia se suele cobrar un precio fijo por comensal, el cubierto suele variar entre 1,50 € y 6 € por persona, dependiendo de la categoría del restaurante.

Otra cuestión típica de Milán, y también del resto de Italia, es el aperitivo. Antes de las cenas, entre las 18:00 y las 21:00, en muchos locales, al tomarte una bebida (tradicionalmente alcohólica como el Martini, Spritz, Campari o Negroni) lo podrás acompañar de distintos tipos de entrantes o tapas saladas; en muchos casos es tipo buffet.

Otros datos de interés

Aparte de toda la información que os he ido dando a lo largo de este artículo, hay ciertas cosas que conviene saber.

Idioma

En Milán y en toda Italia el idioma oficial es el italiano. Sin embargo, tampoco es necesario saber hablar italiano, en todas las atracciones turísticas, así como restaurantes y hoteles podrás comunicarte en inglés. Si no, siempre puedes usar el maravilloso Google Translate para que te eche un mano. Te recomendamos que antes de viajar a Italia te descargues el idioma en la aplicación, por si en algún momento no tienes conexión a internet y tienes que tirar de traductor.

Aunque no sea necesario aprender italiano, siempre que se viaje a un país extranjero está bien conocer las palabras básicas del idioma local:

    • Ciao: Hola/Adiós.
    • Buon giorno: Buenos días.
    • Per favore: Por favor.
    • Grazie: Gracias.
    • Prego: De nada, aunque lo utilizan en muchas otras situaciones.

Seguridad

Milán es una ciudad muy segura, pero como en la mayoría de las grandes ciudades europeas, hay que tener cierta precaución con los objetos personales de valor. Las únicas incidencias que se suelen producir son hurtos de carteras o bolsos en zonas de gran afluencia turística como los principales puntos de interés de la ciudad o la estación de tren Milano Centrale. Con estar algo atento y llevar las cosas bien guardadas, no hay nada que temer.

Otra de las cuestiones a las que hay que prestar atención es a los pequeños timos que se pueden producir en el centro de la ciudad. Un ejemplo típico se suele dar en la plaza del Duomo, consiste en que te dan un cono con maíces para que se los tires a las palomas. Una vez lo tengas en tus manos, te pedirán unos 20 € y no aceptarán que les devuelvas los maíces. Lo mejor en estos casos es no coger nada y si ya tienes el cono y la situación se vuelve tensa, buscar a un carabinieri (la policía italiana) para que resuelva la situación. Otro ejemplo de timo fue uno del que fuimos víctimas. Unos vendedores ambulantes nos querían vender unas pulseras de hilo, pero les dijimos que no queríamos nada. Entonces, uno de ellos se acercó a Lena y le dijo que le quedaría muy bien una que tenía en la mano. Elle le repitió que no quería ninguna, pero entonces la cogió la mano y en un segundo le ató fuertemente una de las pulseras. Acto seguido nos pidió dinero. Le dijimos que no la queríamos, pero nos dijo que no, que ya tenía una y que le teníamos que pagar. Lena no podíamos quitársela sin romperla, así que para evitar que la situación fue más tensa, regateamos el precio y le terminamos pagando. No es un timo en el que pierdas mucho dinero, creo que acabamos pagando 4 €, pero es una situación que te da rabia.

Electricidad

La electricidad en Italia tiene un voltaje de 230 voltios, una frecuencia de 50 Hz y las clavijas de los enchufes son de tipo F / L. Si no sabes qué tipo de enchufes son estos, puedes echar un vistazo a los tipos que hay en la Wikipedia. Aunque bueno, si eres español no tienes de qué preocuparte, es igual que en España. Todos tus aparatos eléctricos y enchufes te valdrán. No necesitas ningún tipo de convertidor, ni adaptador.

Huso horario

En Italia tienen el huso horario CET +1 y en verano el CEST +2. Es decir, es la misma hora que en España cualquier día del año. Si vivís en otro país, podéis saber la diferencia horaria que hay, preguntándole a Google «qué hora es en Italia» y así os dirá la hora exacta en el momento de la consulta.

Lo que más nos gustó de Milán

Milán es una ciudad que se puede ver perfectamente en dos días, es perfecta para una escapada de fin de semana a Italia. Aunque no tiene tantísimo patrimonio como otras ciudades como Roma o Florencia, tiene unos cuantos lugares que hacen que merezca mucho la pena visitar la ciudad. Aquí va lo que más nos gustó de Milán:

  • La Catedral de Milán (il Duomo) tiene su fama más que merecida, la fachada de este templo es realmente impresionante. No os vayáis de allí sin subir a su terraza, merece muchísimo la pena.
  • Justo al lado del Duomo se encuentra la Galería Vittorio Emanuele II, un lugar increíble, pese a que nosotros no seamos mucho de ir de compras.
  • El Castillo Sforzesco es otro de los lugares más emblemáticos y no es para menos.
  • El parque Sempione se convierte en un lugar perfecto para desconectar, dar un paseo tranquilo y disfrutar de sus monumentos, como el Castillo Sforzesco, o simplemente sentarte en el césped y relajarte.
  • Aunque no seamos uno amantes de la moda, ni tampoco nos guste mucho eso del shopping, sí que nos gustó pasear por el Quadrilatero d’Oro y echar un vistazo a los escaparates de las tiendas.
  • El Barrio Navigli fue toda una sorpresa para nosotros, no era algo de lo que hubiésemos oído hablar mucho, pero ir a cenar a allí fue el plan perfecto para terminar uno de los días.
  • La Piazza Mercanti fue uno de los rinconcitos que más nos gustó de la ciudad.
  • Visitar Bergamo fue todo un acierto, tiene una zona medieval realmente bonita.

Lo que menos nos gustó de Milán

Todo viaje tiene momentos buenos y malos, lugares que te gustan más y otros que te gustan menos. En esta ocasión os vamos a contar lo que no nos gustó de Milán:

  • Uno de los grandes chascos que nos llevamos fue el no poder ver el famoso cuadro de La Última Cena de Leonardo da Vinci en la Iglesia Santa Maria delle Grazie, las entradas estaban completamente agotadas. Teníamos que haber reservado muchísimo antes.
  • Cuando vimos la fachada del Teatro La Scala, he de reconocer que nos decepcionó un poco. Es verdad que, aunque el exterior no merece mucho la pena, si hubiésemos entrado, nuestra percepción sería distinta.
  • No esperábamos pasar tanto calor, pese a que visitásemos la ciudad en verano. La ola de calor que sacudió Europa esos días, sumado a la humedad que tiene Milán, hizo que en ciertos momentos si hiciese algo insoportable.
  • No habíamos oído hablar de los mosquitos de Milán, y desconozco si fue algo puntual, pero aquello era algo increíble. En cuanto caía el sol nos acribillaban.
  • Pese a tener monumentos realmente impresionantes, nos pareció una ciudad con mucho menos encanto que otras italianas como Roma o Florencia, aunque merece la pena visitarla.
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